Los científicos llevaban años advirtiendo de su peligrosidad por ser un grave problema para el medio ambiente. Por fin, a partir de mediados de octubre, la purpurina tendrá prohibida su venta. Pero, eso sí, llega su sustituta: la purpurina biodegradable.
Era cuestión de tiempo. California prohibió en 2015 toda microperla no biodegradable. Y Reino Unido prohibió en 2017 estos componentes tras una serie de estudios que avisaban sobre la concentración de estos microplásticos en numerosas poblaciones de peces.
Ahora, por fin, la Comisión Europea ha aprobado una normativa que prohíbe la venta de productos que intencionadamente contengan estos microplásticos, entre los que se incluyen detergentes, cosméticos, manualidades o juguetes.
El objetivo de esta medida es reducir la liberación al medio ambiente de toneladas de microplásticos. La nueva normativa se ha decidido tras una evaluación de los riesgos y beneficios por parte de la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA), y afecta tanto a los microplásticos como a los productos que los contienen de manera intencionada y que se liberan en el medioambiente al utilizarse.
En Europa cada año se liberan más de 42.000 toneladas de microplásticos
Según los datos disponibles, se estima que solo en UE cada año se liberan más de 42.000 toneladas de microplásticos. Estos pertenecen a productos a los que intencionalmente se les ha añadido microplásticos para su composición como maquillaje, ropa o juguetes.
Cuando estos materiales llegan al medio ambiente, no se degradan y no se pueden eliminar. De esta forma, los microplásticos acaban estando presentes en todos los ecosistemas, tanto marinos como terrestres y de agua dulce.
Y es que los microplásticos de menos de 5 mm atraviesan los sistemas de filtración del agua y se incorporan, de forma natural, al circuito general, llegando al mar y afectando a la población de peces. El 83% de las aguas del grifo del mundo tienen microfibras plásticas.
Se han encontrado microplásticos en animales, incluidos peces y mariscos. En consecuencia, los humanos también consumen estos microplásticos a través de la cadena alimentaria.
Con la nueva ley, se busca evitar que se liberen al medio ambiente hasta medio millón de toneladas de microplásticos al año.
La salud de nuestros hijos, también en riesgo
El riesgo no es solo medioambiental, la purpurina también pone en juego nuestra salud y la de nuestros hijos ya que contiene componentes muy tóxicos (entre ellos plomo, cobre, zinc, aluminio y estaño), lo que supone un grave peligro para la salud de los niños que pueden inhalarla o tragarla accidentalmente. De hecho, se han producido muertes por esta causa.
Asimismo, la purpurina puede entrar en los ojos, provocando daños oculares graves, o daños en la piel cuando se utiliza como maquillaje.
Si quieres más información o necesitas asesoramiento profesional, en la Tribu CSC puedes consultar online a nuestro equipo de expertos/as en salud materno-infantil y crianza respetuosa. Entre ellos/as se encuentra la pediatra Gloria Colli.
Además, la purpurina no es nada fácil de limpiar ni de recoger, impregnando superficies como mesas, alfombras, sofás, cojines, suelos… De tal forma que pueden pasar días, semanas e incluso meses adherida a las superficies de objetos, aumentando el riesgo de resultar nociva tanto para los niños como para el medio ambiente.
Productos que estarán prohibidos
Los microplásticos prohibidos son aquellos polímeros sintéticos de menos de 5 mm, de origen orgánico, y de naturaleza insoluble y resistente a la degradación. Cuando estos microplásticos se encuentren en los siguientes productos, estos ya no estarán a la venta a partir de 20 días tras la publicación de la normativa (octubre de 2023):
● Material de relleno granular utilizado en superficies deportivas artificiales
● Exfoliantes con microperlas y cosméticos con textura y purpurina
● Detergentes y suavizantes
● Fertilizantes
● Artículos sanitarios como productos fitosanitarios, medicamentos y dispositivos médicos.
● Juguetes
● Kits de manualidades
● Brillantina o purpurina suelta (a excepción de la purpurina biodegradable o comestible).
La Comisión Europea aún no ha enumerado todos los productos cuya venta estará prohibida a partir de octubre, ya que la lista es bastante extensa. Por otra parte, quedan excluidos de esta prohibición aquellos productos que no liberen microplásticos durante su uso, aunque a partir de ahora el fabricante estará obligado a proporcionar las instrucciones para su uso y eliminación.
Asimismo, existen productos con microplásticos que tendrán más plazo antes de que su venta sea prohibida con el objetivo de ofrecer a los fabricantes tiempo para encontrar alternativas a los microplásticos en sus productos. Es el caso de la industria cosmética, que ya trabaja en el lanzamiento de nuevos productos con purpurina biodegradable.
Nos cuesta decir adiós al “brillibrilli”: La purpurina biodegradable
La purpurina se encuentra presente en maquillajes, calzado, ropa, juguetes, manualidades y todo tipo de productos de uso diario. Sin embargo no es brillo todo lo que reluce en ella, este material contiene microplásticos (en la mayoría de los casos, aluminio y tereftalato de polietileno).
No obstante, conscientes de los gustos de los consumidores, ya hay empresas que buscan alternativas y anuncian la llegada de purpurina biodegradable, una purpurina realizada con materiales de origen vegetal (como celulosa). Esta purpurina es mejor para el medioambiente, tarda como máximo unos 90 días en desaparecer.
Facebook
Twitter
Google+
YouTube
RSS