Si finalmente se materializan los deseos del Papa Francisco que han trascendido días atrás para celebrar la Semana Santa en una fecha fija de por vida al margen del calendario gregoriano que ha sido de aplicación desde hace siglos, el Carnaval se celebraría entre la primera semana de febrero, cuando arrancaría con la inauguración y sorteo de aspirantes, para finalizar con la fiesta en la calle, que coincidiría con la primera quincena del mes de marzo.
En la práctica, de cumplirse los deseos del Papa, el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, si mantiene el cálculo de respetar los cuarenta días de la Cuaresma, se celebraría de por vida como ocurrirá el próximo año 2025.
Con motivo de la celebración del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, que se conmemora en el año 2025, el Papa negocia con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla unificar la fecha de la Pascua. El objetivo es que católicos, que se rigen por el calendario gregoriano, y ortodoxos, por el juliano, celebren en la misma fecha la Pascua en aras de lograr la unidad que se persigue desde hace más de mil años.
La previsión que baraja el Papa es establecer para siempre la celebración de la Semana Santa en la tercera semana de abril, al margen de la norma que se ha aplicado durante siglos. En el Concilio de Nicea del año 325 se estableció que el Domingo de Resurrección fuera el domingo siguiente a la primera Luna llena después del equinoccio de Primavera, si bien esta fecha no coincide en las iglesias católica y ortodoxa.
De establecerse finalmente la Semana Santa en la tercera semana de abril de por vida y respetando los cuarenta días de Cuaresma, que arrancan con el Miércoles de Ceniza, cuando se celebra el Entierro de la Sardina en el calendario carnavalero, la fiesta de la máscara tendría fecha fija en Santa Cruz; comenzaría en la segunda semana de febrero y daría paso a los concursos y galas hasta que finalice ese mes.
Desde el primer viernes de marzo, con la Cabalgata anunciadora, saldría el Carnaval a la calle y se prolongaría, como marca la tradición en Santa Cruz de Tenerife, durante diez días, para finalizar el segundo domingo de marzo.
Junto al 1.700 aniversario del Concilio de Nicea y aprovechando que el próximo año 2025 coinciden las semanas santas católicas y ortodoxas –el Domingo de Resurrección se celebra el 20 de abril–, Francisco quiere que se perpetúe este calendario. De otra forma, el programa del Carnaval 2025 quedaría inalterado de por vida y se evitarían sobresaltos el que podría ocurrir en 2027, cuando la fiesta de la máscara en Santa Cruz celebraría su inauguración al día siguiente del 6 de enero.
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, estima que, si finalmente la Iglesia establece como fecha fija la celebración de la Semana Santa en la tercera semana de abril, se consultaría a la organización y grupos del Carnaval para adaptar el calendario de por vida, previsión que considera «razonable y que sin duda nos ayudaría a planificar mejor la fiesta cada año».
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