El concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, celebra desde la semana pasada una ronda de contactos con diferentes sectores implicados en los preparativos del Carnaval, y en particular los grupos, para intentar definir una propuesta de calendario y formato de concursos en las reuniones que celebrará a partir del próximo lunes.
Esta misma semana el concejal remitirá a las murgas, comparsas, rondallas y agrupaciones musicales un cuestionario digital para conocer qué tiempo necesitan las diferentes formaciones para ensayar y, en función del inicio de los preparativos, qué numero de temas serían capaces de preparar.
Cabello se ha centrado estos días en el formato de las murgas adultas, toda vez que da por hecho que los componentes de los colectivos infantiles, aunque comiencen los preparativos a finales de octubre, tendrían tiempo suficiente para preparar dos temas para su concurso.
La principal dificultad se centra en las murgas adultas. Tener cuatro temas, al margen de presentación, pasacalle y despedida, parece un reto imposible si los ensayos se retrasan a finales de octubre o comienzos de noviembre, cuando se prevé que la normativa sanitaria pueda permitir el regreso a los locales de ensayo, aunque con limitaciones al número de componentes. Se abre ahí una espita en las demandas de las murgas, que rechazan de forma tajante la posibilidad de tener que dividir en dos al grupo –de tal forma que unos salieran en una canción, y el resto en otro–. También descartan poner un máximo al número de componentes que mengüe lo que ha sido habitual hasta la fecha –85 miembros–.
La organización solo aconsejará el inicio de los ensayos cuando las autoridades sanitarias den el visto bueno, por lo que está pendiente en la actualidad a la evolución del número de contagios. Si como se prevé a finales de agosto se logra el 70% de la inmunidad de grupo y Sanidad estipula las normas para evitar contagios que son compatibles con ensayos en grupos limitados –de hasta 50, se calcula–, Fiestas podría plantear a las murgas que ensayaran por cuerdas o voces y buscar alternativa los fines de semana para poner ‘empastar’ todos juntos. Es la fórmula más viable para evitar dividir la murga o obligar a reducir el número, aunque eso pase porque Fiestas busque pabellones que permitan la puesta en marcha de dicha alternativa.
Sobre el modelo de concurso, las murgas adultas ni se plantean una final a una sola canción; antes estarían dispuestas a cantar dos temas en fase y que el concurso lo gane el mejor de las previas. Eso sería si solo se preparan dos canciones. Por ahora se confía en poder comenzar a finales de octubre con tiempo para ensayar tres temas. Dos se interpretarían en fase y los ocho finalistas repetirían uno de eliminatoria y estrenarían otro en la gran fiesta de la crítica. Esta última opción –a tres, repitiendo uno de fase en final– es la más celebrada por las murgas, que viven con incertidumbre la evolución de los datos de contagios, pues todo pasa por estar en nivel 0 con limitaciones de ocupación.
Muchos grupos también muestra su malestar por el retraso del pago comprometido por la organización con los grupos por ‘participar’ en el Carnaval virtual. Al parecer, ya ha cobrado una quincena y medio centenar está pendiente de ingreso, un proceso que se ha demorado por la puesta en marcha de la tramitación digital y que se prevé resolver en breve.
Diablos Locos, trónicos y solidarios
Diablos Locos entregó a la Asociación Educativa Formativa para personas con síndrome de Down y otras discapacidades Jáslem los dos mil euros recaudados con la venta de la quinta edición de su «pulsera solidaria», una iniciativa con la que los trónicos ayudan a las ONG. Maxi Carvajal –presidente y codirector– e Iván Herrera recogieron un cuadro elaborado por usuarios de la asociación que se expondrá en la sede de la murga.
HUMBERTO GONAR
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