Diablos Locos es una de las murgas con más trayectoria del carnaval de Santa Cruz de Tenerife. En la edición 2020 de esta festividad chicharrera, la agrupación celebrará medio siglo de recorrido regalando lo mejor de ellos a los carnavaleros. La dirección de esta murga ha pasado de abuelos a nietos. Tomás Carvajal Rodríguez, más conocido como Tom Carby, fue el alma mater de Diablos Locos. Años después, la dirección del grupo recayó en su hijo, Maxi Carvajal. Para el año 2020, y coincidiendo con su 50 aniversario, Maxi y su hijo Tomy Carvajal se repartirán el trabajo.
No será hasta el carnaval del 2021 cuando Tomy Carvajal coja el relevo total de su padre para convertirse en el director de Diablos Locos. El joven murguero se encuentra muy emocionado y explica que no hay mejor instante para hacer esta transición ya que un 50 aniversario no se cumple todos días: «La verdad que veía este momento como algo muy lejano porque lo que me gusta es cantar. No toca otra que aceptarlo y tirar del carro’’. Además, subraya que afronta este reto con la mayor ilusión y ganas «Es algo hereditario que se lleva desde pequeño. Después de ver donde han dejado el listón tanto mi abuelo como mi padre, más ganas tengo de poder alcanzar lo que han conseguido ellos».
Tomy Carvajal es consciente de la gran responsabilidad que tiene dirigir una murga. Según él, «un director es el alma de la murga. Por él pasan todas las decisiones como un corte, una entrada o transmitir confianza y garra al grupo». El futuro dirigente de Diablos Locos mantiene que el objetivo de la murga es el mismo de todos los años: intentar hacer un buen concurso, bajarse satisfechos del escenario y gustar a la gente.
Críticas por la remodelación del local
Además, este año la murga ha tenido que mudarse de su lugar de ensayo debido a unas obras de remodelación: «Lo afrontas con tristeza porque te estas yendo de la casa que te ha visto crecer, donde has pasado toda la vida. No nos perjudica ya que estaremos en unas instalaciones bastante buenas». De igual manera, Tomy Carvajal hace oídos sordos a diversas críticas y explica que las obras del local eran muy necesarias. «Me gustaría que toda esa gente habla viese realmente las condiciones en las que estaba el local. Caían piedritas del techo, goteras cada vez que llovía o el baño apuntalado entre otras cosas», comenta.
Tomy Carvajal afronta los próximos carnavales con mucha ilusión y con ganas de celebrar el aniversario por todo lo alto. «Queremos que sea un año para no olvidar, ya sea con premio o sin premio, pero que sea un año bonito, de esfuerzo, satisfacción y muchas alegrías’», señala el joven murguero.
Fuente: ElCarnal.es
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