El alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, presentó hoy el proyecto del escenario que albergará las galas y los concursos del Carnaval 2016 y que se instalará en el interior del Recinto Ferial. El autor del decorado, Carlos Sáenz, y la concejala de Fiestas del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Gladis de León, acompañaron al alcalde en esta presentación.
Bermúdez calificó el diseño de “muy sugerente” porque traerá infinidad de recuerdos a quienes vivieron aquellos años y felicitó a la Concejalía de Fiestas por la designación de Sáenz como diseñador del escenario. “Creo que su elección es extraordinaria porque es un gran artista y además cuenta con enorme experiencia en las fiestas del Carnaval”.
La concejala de Fiestas, por su parte, aseguró que el nuevo concepto de escenario responde a las demandas planteadas al Ayuntamiento para volver a un tipo de decorado voluminoso y espectacular de años pasados; en concreto, desde el año 2009, cuando las fiestas se dedicaron al cine de terror .
El espacio escénico que contempla Sáenz para el decorado del Carnaval 2016 está compuesto por tres espacios diferenciados en los que toman protagonismo tanto el color como llamativos iconos característicos de los 80. Igual que en la última edición de la fiesta, la infraestructura ocupará un lateral del Recinto Ferial. El centro del decorado estará presidido por la puerta de entrada y salida principal de concursantes, candidatas a Reina o figurantes. La decoración además, cuenta con seis bocas de acceso laterales.
Carlos Sáenz ha ideado una escenografía en la que destacan los elementos decorativos y colores que definen la esencia de la década de los 80. La planta del escenario incorpora plataformas a distintas alturas con el objetivo de ofrecer espacios que permitirán poner en escena distintas actuaciones en simultáneo tanto en los concursos como en las galas.
Claramente inspirado en Los Años 80, tema del próximo Carnaval, el autor del proyecto manifiesta “haber planteado un escenario en el que se dan la mano los últimos discos de vinilo, las cintas de casete y los videojuegos que cobrarán protagonismo, bien por sí mismos o bien integrándose en las plataformas geométricas que sirven de enlace entre estos elementos”, asegura el escenógrafo tinerfeño quien, además ha intentado “jugar con los tonos cromáticos más utilizados en la década como son los azules, lilas, fucsias o aguamarinas, en definitiva esos colores tan glamurosos y poco naturales que marcaron esta época” .
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