
Hace tres décadas, Regina dos Santos popularizaba el tema “Ya viene el negro zumbón”, marcando un antes y un después con su estilo desinhibido que traía a España un pedazo del carnaval brasileño. Años después, Cristina Pedroche ha sabido recuperar ese espíritu y transformarlo en su propio sello durante las Campanadas. Anoche, en su ya tradicional cita televisiva, Pedroche volvió a sorprender al país entero con un traje que ha dado mucho que hablar: una mezcla de espectáculo, provocación y mensaje social.
Este 2024, la presentadora decidió alzar la voz en colaboración con UNICEF España para poner el foco en la protección de la infancia frente a la violencia y la explotación. Y, como era de esperarse, lo hizo a su manera: espectacular, extravagante e inconfundible. De la mano de Josie y el equipo de VIVASCARRIÓN, el vestido fue confeccionado con croché, técnicas de alta sombrerería y, lo más llamativo, 8.500 cristales creados a partir de gotas de leche materna de la propia Pedroche. Cada cristal, elaborado por la joyera Belén Mazas de Morir de Amor, se convirtió en un símbolo de protección y maternidad, representando un mensaje tan íntimo como poderoso.
El diseño, que no dejó indiferente a nadie, presentaba una estructura tipo lámpara de araña adornada con 40 pezones que emanaban la leche cristalizada, un tributo a figuras femeninas de la historia asociadas con la maternidad y la fertilidad. Según Josie, este vestido encarna a una deidad femenina, recordando a mitos como Deméter o Cibeles. La creatividad de Pedroche y su equipo no solo impactó, sino que generó conversación inmediata en las redes y los hogares.
Pero el traje no era solo espectáculo; llevaba consigo un mensaje claro. Pedroche, visiblemente emocionada, pidió a través de su discurso un compromiso global con la protección de los niños, recordando que millones de ellos viven en contextos de violencia, incluso en lugares que deberían ser seguros como hogares y escuelas. Con palabras breves pero contundentes, llamó a la responsabilidad y a la esperanza para construir un futuro mejor.

Cristina Pedroche ha hecho de las Campanadas un escaparate para mezclar moda, espectáculo y reflexión. Como cada año, las críticas no se han hecho esperar, pero su objetivo está cumplido: ha logrado que se hable de ella, de su mensaje y, sobre todo, de la importancia de proteger a la infancia. Para quienes aprecian su audacia, es un recordatorio de que la televisión también puede servir como plataforma para cuestiones importantes, aunque venga envuelta en lentejuelas y extravagancia.
Y, como dice Pedroche, al que no le guste, que no mire.

Facebook
Twitter
Google+
YouTube
RSS