Fuente: eldia.es

Comenzó la primera fase de murgas adultas y parecía que era la cara B de lo que ocurrió el año pasado, pues no distó mucho del bajo nivel. Salvo Traviata y Ni Pico, poco más.

1.- Noveleras (2008).- Llegadas desde Granadilla, este es su primer año en Santa Cruz, pero no el primero en concurso, pues tienen nueve carnavales a sus espaldas. Tras Rebeldes, 3º premio de Interpretación de murgas infantiles (telonera), inauguraron el concurso. Su presentación sonó mejor que su pasacalle. Con montaje musical de Diego Aguirre, de la desaparecida Refunfuñones, de Granadilla, interpretaron «El convento» como primer tema. Los primeros acordes recordaban a «La Comunión» de Triquikonas 2016, con perdón. Disfrazadas de monjas, desarrollaron el tema. En la parte positiva, es la mejor murga llegada del Sur, por encima de los desaparecidos Troyanos y Sangarriangas. Pero pesan los 50 kilómetros de distancia. Bajo un mismo paraguas cantan a las Fiestas de Invierno y a Soria, y prometen cuando van a desgranar los mandamientos. Al final, un diccionario de palabrotas que reproducirlas podría ser pecado. Cantar y que se entienda tiene esas cosas.

El segundo, «Nací novelera». De menos a más musicalmente. La letra, un batiburrillo, a veces parece que van a un rastro, otras a una reunión tipo tupersex, para acabar con un homenaje a la familia y las costureras. Musicalmente, agradables, con vocalización. Las letras, otra cosa. Lo mejor, su despedida.

2.- Triqui-Traques (1968).- En sus bodas de oro, desconcertaron al recuperar el disfraz de serios, ante el público que los asocia al humor cacofónico de la etapa de Lucas, Pato Disco y Cía. Una factoría que no está operativa.

De esos Triquis solo se vio su pasacalles y su despedida. De resto, dos temas serios en los que tembló por momentos el sonido, lo que pareció contagiar las voces. El primer tema, «mix» de crítica, «Payasos justicieros», fue el más divertida. Bajo la dirección artística de Marquitos González y la musical de Francis La Juana, repasaron las elecciones en el Tenerife, el cartel del Carnaval, compararon a Calatrava con Rafael Amargo por las declaraciones del arquitecto sobre el Auditorio, arremetieron contra Javier Santana, de Serenques… A cada uno lo iban «acalambrando» y corrían ese riesgo, y sin embargo era el más comercial.

Su segundo, «Esclavos», que comenzó con más fuerza musical, cargó contra los políticos, a los que llamó rastreros, y la sanidad. El mejor momento, la retahíla que invitó al público a levantarse, una canción de Jonni Alonso, de Twitys (Las Palmas). Los Triquis, se disfrazaron de serios, con unas voces que temblaron. Se echa de menos su humor, aunque sea cacofónico. Se busca. Se recompensará.

Completa

3.- MasQLocas (2013).- Nació al amparo de Mamelucos y esta edición, más que nunca, mantiene el vínculo. Su director musical, Xerach Casanova; su letrista, Airam Bazzocchi… y esta edición estrenan directora artística, Tania Fernández, pareja del responsable musical. Su presencia dulcifica la de la murga en el escenario y la acerca al público. MasQLocas está llamada a más logros porque suena bien, aunque parezca que cierra un período de transición.

Su primer tema, «El tutorial», una buena idea que luego se desarrollaba atropelladamente al desgranar situaciones sobre la vivienda de un okupa, incrustan una referencia a Patricia Hernández, para saltar con sus tutoriales al Carnaval de Día, con borrachos que no lo cuidan. Incluyen referencias a los partidos o las huelgas en las clases, salpicón de todo sin ahondar en nada. Las voces, su mejor referencia.

Su segundo, «El caracol», habla de los quioscos de Las Teresitas. Lo mejor, por actualidad, la avioneta caída; el resto ya es anacrónico, como cantar a Zerolo. De Las Teresitas, por lo de los quioscos, al quiosco de Numancia y de ahí, se pierden en otro batiburrillo.

Lo mejor, sus voces, aunque en el segundo parecían al límite por instantes. Las letras, para cumplir, pese a buscar conectar con la nostalgia del viejo Santa Cruz. Pueden mucho más.

4.- La Traviata (2004).- Tuvieron que llegar unos vikingos para poner las cosas en su sitio. Hasta ese momento el concurso no había arrancado. Al menos con la calidad que se le suponía, o deseaba. A una presentacion espectacular y mucha fuerza en sus voces se sumó la presencia de una fantasía llamativa.

Musicalmente en su puesta en escena marcaron un antes y un después, y en su pasacalle, un zapatazo para marcar diferencias. Al menos el deseo era que levantara vuelo una triste primera fase. Solo Josechu Álvarez ya enciende a la afición, y la murga saca brillo al montaje de José Antonio González y Juani Febles, con las letras de Carlos Casanova.

Su primera letra, «Los vikingos», musicalmente mucho mejor. Arrancan con un toque de humor, por momentos bastante sencillo, como el vikingo de mechada; o el facha, o el de la masa… lo mejor de la letra, la barca vikinga y su paso desde las alturas, desde el Lazareto, a las torres gemelas, la milla de oro de Cabo Llanos o el Auditorio. El punto álgido de la crítica, lo mejor hasta ese momento, la referencia a Villa Zerolo y los piratas que encontraron, incluyendo a Mauricio Hayek. La parte más comprometida.

El segundo tema, «El dron», una canción comercial que toma ese tema como hilo conductor para denunciar que no ven al alcalde en los concursos, o ven desde su dron a Clavijo, en su ruptura con Patricia Hernández en el Gobierno canario y su acercamiento a Asier Antona. Tras nombrar a Efraín Medina e incrustar una referencia al centenario del desembarco de las murgas, acaban con una poesía al hablar de los rincones de Santa Cruz y cómo se disfraza en Carnaval, «el dron se disfraza de platillo volante».

Para rematar, su despedida, que adelanta ambiente de final. Sin grandes temas, brillaron.

5.- Chinchosos (1988).- Ni la incorporación de Rafael Flores «Morocho» en la dirección musical ha permitido rescatar aunque fuera la sombra de los Chinchosos de Paco Padilla y Alexis Hernández. Lo de ayer tiene mérito, porque se han superado respecto al año pasado.

Con Lolo García en la dirección artística y las letras de Junior Alonso, de Las Palmas, se presentaron como Superchichas, el personaje de su fantasía.

Mejor fue su presentación que incluso su pasacalles. El primer tema, «Superconcejal de Fiestas», una crítica porque los concursos se siguen desarrollando en el recinto ferial, y acusan a Gladys de matar a la cantera, como pasa en Las Palmas. Tal vez Junior Alonso, como no sale en Trapasones, aprovecha para desquitarse en Tenerife de lo que no pudo hacer allí. Un «viaje» un tanto descarnado a la concejala cuando le dicen que no saben si tiene hijos, pero que respete a los niños. Concluyen con un homenaje, en un intento de levantaplazas, al recordar a Charlot y a Enrique González, aunque desprende más acidez que buen rollo.

El segundo tema fue «Chinchomaratón», una idea en la que reúnen a varios personajes de actualidad, pero con palabras y golpes soeces, por más que sean inspiradas en Carmen de Mairena o personajes de ese corte. En un intento de humor, «entran a matar» cuando hablan de Willy García y le preguntan al alcalde si sabía de su gestión en la TVC, para continuar con una referencia que resultó ridícula a los gnomos, aunque fueran amarillos. Lo mejor, su final. Al menos como deseo: «Con Chinchosos quiero soñar». Con los Chinchosos de verdad.

6.- Ni Pico-Ni Corto (1973).- Tomar el relevo a Chinchosos obligaba a Ni Pico a calentar el ambiente y lo lograron con una presentación que sonó muy bien y que enlazó genial con el pasacalle. El «matrimonio» formado por Carlos Estévanez y Óscar Gómez, director artístico y responsable musical respectivamente», da buen resultado.

La murga de El Toscal sonó bien y sobre todo se les entendió perfectamente. Con La Traviata llegaba lo mejor de la noche hasta ese momento. Aprovechando la fuerza de su pasacalle, enlazaron su primer tema, «Tienda Ni Pico», en la que vendían baratijas, como zapatos para Bermúdez, con referencias a Pepe López, al Padre Báez… Luego vendieron maquillaje para el canario y, en el mejor momento de la canción, al vender el carné de Coalición, con rajazo incluido a Ana Oramas por votar una vez al PSOE y otra al PP. A partir e ahí, la letra de Nino (Tiralenguas) baja de intensidad, incluso con el argumento del 2×1, al mezclar la tormenta con Calatrava. Sonaron muy bien y buscaron ser comerciales. La letra, floja.

Con voces mejores, y con la misma buena vocalización, afrontaron el tema «Indeciso», con un hilo conductor que planteaba al público cómo reaccionaría si te tocara, por ejemplo, el gordo de la lotería, y menciona la hipoteca; o qué haría si se encuentra a su pareja en la cama con otro… Ahí el tema se tambaleó, porque pareció estar inspirado el humor en chistesmalos.com., con referencia incluida a la suegra. Elevan calidad cuando se refieren a qué hacer si se encuentran una cartera y se crecen para dar «una viaje con la mano abierta» a los políticos. Siguen con los «youtubers» y se van con un repaso en forma de «se merecen un tortazo». Lo mejor, el toque de humor, este ya más de calidad, cuando incluyen actualidad y originalidad con la anécdota de Eloísa González en las campanadas. Ni Pico sorprendió con frescura en el repertorio y la buena vocalización. Buen sabor de boca.

7.- Los Jocikudos (2010).- Dirigidos por Graci Martín y con el montaje de Urbano García, sorprendieron en cuanto a la calidad musical que se esperaba de ellos. Mejor vocalización. Su fantasía, que recuerda a los Carneros de El Hierro, solo le aguantó en la presentación, pues luego vinieron los cambios. Y la percusión, ni eso; en chándal.

En su primer tema, de «Extraterrestres», simularon hacer una visita a Santa Cruz caracterizados de marcianos. Y jugaron con el humor cuando dicen que el visitante de otro planeta hace un recorrido y se encuentra con Pepe Benavente, más simpático fue cuando dicen que están cazando pokemon. A partir de ahí, en medio de un desorden, entran en una temática social para lamentar la falta de personalidad, como con la moda del negro del whatsapp. El extraterrestre se sorprende porque ve a la gente en los campos de fútbol celebrando algo… y no es que acabe el hambre. Un tema de otro planeta. Se despidieron con «Carnaval de día», con otro desorden que caracteriza los repertorios de Víctor Asensio en Diablos Locos. En este caso recuerdan situaciones del Carnaval de día, se encuentran con personajes del Carnaval, para acabar concluyendo que se está matando el Carnaval de Día. Mejor que el año pasado. Primera fase para el olvido.