«Las murgas no sirven para nada…»
Esta frase se ha escuchado en el mundo murguero desde tiempos inmemoriales, la mayoría de las veces dicha por personas que no saben o no tienen ni idea del significado verdadero de los conceptos «murga» o «Carnaval».
Por lo general esas personas suelen acuciar a los grupos murgueros de aprovecharse de las subvenciones de las administraciones publicas, de ser grupos de personas aficionadas al alcohol o de no servir para nada en materia social o política, áreas en los que están basados la mayoría de temas que las murgas interpretan en los respectivos concursos de cada isla.
Generalmente, la ignorancia y el desconocimiento hacen que estas personas critiquen a los grupos murgueros sin razonar ni pararse a pensar un sólo segundo sobre lo que están opinando.
La pregunta es: ¿Qué sería del Carnaval sin los grupos murgueros? ¿Sin los multitudinarios concursos de murgas? ¿Sin la presencia de cientos de murgueros y murgueras en cabalgatas y cosos?
La respuesta es sencilla, no sería NUESTRO Carnaval.
Lo mismo pasa con comparsas, batucadas o carrozas…
Respecto a las subvenciones, algunas personas piensan que es mejor pagar miles de euros a grupos venidos de fuera de nuestras islas, que a decenas de grupos de aquí, compuestas por gente de aquí y que realizan un sacrificio enorme para poder salir en Carnaval a hacer las delicias del resto de público y mascaritas.
Por supuesto, todo ese sacrificio, conlleva un apoyo por parte de las administraciones, para que nuestras tradiciones y costumbres no se pierdan, al igual que se han perdido otras muchas por falta de interés por parte de las entidades públicas.
Y por supuesto, las murgas generan mucho dinero en concepto de retransmisiones y derechos de emisión…y las subvenciones que generalmente reciben son MISERIA en base a lo que generan los Ayuntamientos en estos conceptos.
A parte de todo esto, las letras de todas las murgas, que resuenan durante días, e incluso durante años son, como se suele decir, «la voz del pueblo». En sus temas defienden a los ciudadanos que en términos generales no tiene ni voz ni voto de cara a los gobernantes, critican las malas acciones y dan un auténtico repaso a aquellos que pretenden convertir las instituciones públicas en sedes de la delincuencia o del enchufismo.
Una vez al año se suben al escenario o recorren las calles para poner el grito en el cielo sobre lo que se ha hecho mal y lo que debería ser correcto.
¿Y tú que criticas…? ¿Qué has hecho?
En resumen, las murgas GENERAN dinero, desde a las tiendas de telas hasta a los propios Ayuntamientos; no son subvencionadas de forma justa respecto a lo que generan; defiende al ciudadano, a los más débiles y a los que no pueden hacer llegar su voz; y además llenan de color y de movimiento nuestro Carnaval, que es único en el mundo.
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