Última actuación de Vacilonas en el Encuentro de Murgas de Valterra
La noche del lunes quedará marcada en la memoria del Carnaval de Lanzarote. La murga Vacilonas hizo público un emotivo comunicado en el que anunciaba el cierre definitivo de un proyecto que, durante doce años, formó parte fundamental de la fiesta más esperada de la isla. Con un mensaje cargado de nostalgia, gratitud y orgullo, el colectivo confirmó que su trayectoria llega a su fin, no como una despedida amarga, sino como el cierre de un ciclo que consideran completo y hermoso.
Durante más de una década, Vacilonas se convirtió en un sello propio dentro del Carnaval. Su presencia en concursos, pasacalles y actos culturales dejó huella entre espectadores, murgueros y amantes de la fiesta. “Hemos reído, hemos luchado, hemos creado familia y hemos intentado aportar nuestro granito de arena para crear un carnaval mejor”, expresan en su escrito, recordando el camino recorrido, los esfuerzos compartidos y los momentos irrepetibles que acompañaron su andadura.
La decisión, aseguran, llega tras un proceso largo y meditativo. La vida, dicen, los ha conducido a nuevas etapas y prioridades, y es desde la calma y el agradecimiento desde donde han decidido poner punto final a esta aventura murguera. “Nos quedamos con los recuerdos, con las risas, con el trabajo compartido y con cada uno de los momentos increíbles que este camino nos regaló”, afirman, con la certeza de haber dejado una marca en la fiesta y en quienes pasaron por el grupo.
El comunicado también dedica un espacio especial para agradecer a todas las personas que formaron parte del proyecto durante estos años: componentes, dirección, músicos, diseñadores, costureras, letristas, patrocinadores y amistades que sostuvieron la murga en cada temporada de trabajo. Un agradecimiento extensivo también a su afición, a ese público que los acompañó, los aplaudió y celebró su música y crítica carnavalesca.
Como broche final, Vacilonas anunció la donación íntegra del dinero recaudado a cuatro asociaciones de la isla, entidades cuya labor consideran esencial y digna de apoyo. No especificaron cuáles, pero sí subrayaron que esta decisión la toman “con el corazón lleno”, convencidas de que el último acto del colectivo debía traducirse en ayuda y compromiso social, valores que siempre formaron parte de su identidad.
“Gracias por estos 12 años de corazón, de entrega y de carnaval”, concluye el comunicado, que finaliza con una frase que resume el sentir del colectivo: No es un adiós triste. Es un hasta siempre.
El Carnaval pierde una voz, pero Vacilonas deja un legado que permanecerá ligado para siempre a la historia festiva de Lanzarote. Su nombre, sus letras y su espíritu seguirán sonando en los recuerdos de quienes bailaron, cantaron y rieron con ellas.


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