El mundo del espectáculo en Canarias está de luto. El humorista grancanario Javier Santana Díaz, conocido por todos como Jabicombé, falleció este martes a los 58 años en su vivienda del barrio de Schamann, en Las Palmas de Gran Canaria.
Jabicombé, que había luchado durante años contra una dura enfermedad, había anunciado el pasado 11 de noviembre de 2024 su retirada de los escenarios por razones de salud, comunicándolo con la franqueza y el cariño que siempre le caracterizaron a través de sus redes sociales. A pesar de haber superado momentos difíciles, recientemente sufrió una recaída que no logró superar.
Una trayectoria marcada por la originalidad y la conexión con su tierra
Desde sus inicios a finales de los años 90, Jabicombé se posicionó como uno de los humoristas más influyentes de las Islas Canarias. Su carrera arrancó con la publicación de un disco homónimo, pero pronto su ingenio lo llevó a conquistar otros formatos, especialmente los digitales, donde plataformas como YouTube le ofrecieron un espacio para conectar con nuevas generaciones.
Uno de sus personajes más recordados es Barbra Straisend, una parodia cercana y desternillante de la diva estadounidense, reinterpretada con acento canario y salpicada de referencias populares. Este personaje se convirtió en una seña de identidad que le permitió acercarse aún más a su público.
Durante más de nueve años, Jabicombé llevó su humor a todos los rincones del archipiélago con espectáculos como Las Bobas Se Acabaron, Quélepasaé?, Ayporcuánto! o Estoypolopositivo!. Su presencia en los teatros fue sinónimo de éxito, con salas llenas y ovaciones por doquier.
Carnavalero de corazón
Jabicombé también fue una figura muy querida en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, donde participó como presentador y animador en diferentes actos, llevando su chispa inconfundible a una de las celebraciones más emblemáticas de la isla. Su humor, siempre cercano y cargado de guiños a la cultura canaria, se convirtió en una pieza indispensable del alma festiva del Carnaval.
Hoy, Canarias despide no solo a un cómico brillante, sino a un artista profundamente vinculado a su gente, su idioma, sus fiestas y sus emociones. Jabicombé deja tras de sí una huella imborrable en el corazón de quienes, entre carcajadas, aprendieron a mirar la vida con un poco más de alegría.
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