El Juzgado de Primera Instancia Número 11 de Santa Cruz ha programado para el próximo miércoles 4 de junio un acto de conciliación entre Rudy Ruymán y la murga Mamelucos. También están citados el presidente de la agrupación, Manolo Peña, y su director, Carlos González.
La convocatoria surge a raíz de una denuncia presentada por el influencer y educador social contra la sección adulta de la murga conocida como la Casa del Miedo, así como contra Trapaseros, aunque este último grupo, según han señalado, no ha recibido aún notificación oficial por parte del juzgado.
Una denuncia por daños al honor
En el procedimiento judicial iniciado el pasado 1 de abril —mes y medio después de interponerse la denuncia—, Ruymán, cuyo nombre legal es Ricardo Ruiz Más Lorenzo Pérez, acusa a la murga Mamelucos de haber interpretado, durante la final del concurso celebrada el 14 de febrero en el recinto ferial, un repertorio en el que se le menciona de forma explícita y reconocible. Según el denunciante, se le atribuyen expresiones ofensivas y acusaciones graves de racismo, todo ello en tono vejatorio.
Como consecuencia directa, Ruymán afirma haber sido objeto de señalamientos públicos por parte de decenas de personas, tanto en redes sociales como en espacios públicos. Asegura haber sufrido insultos, pintadas y ataques verbales, lo que habría dañado seriamente su imagen y credibilidad profesional.
Exige indemnización y disculpas públicas
La denuncia, admitida a trámite como procedimiento ordinario, plantea que se ha vulnerado gravemente el honor, la dignidad y la tranquilidad personal del denunciante. A juicio de Ruymán, lo ocurrido representa posibles delitos de calumnias —por atribuirle falsamente un delito— y de injurias con publicidad, dada la difusión masiva del contenido ofensivo.
Con el objetivo de alcanzar una conciliación que evite un juicio posterior, el influencer plantea cinco exigencias. La más destacada es una compensación económica de 50.000 euros, en concepto de reparación por los perjuicios sufridos a su honor, imagen y reputación, agravados por la reiterada difusión del contenido en cuestión.
Además, solicita que la murga, su presidente y su director reconozcan públicamente que las expresiones vertidas en el repertorio son falsas y ofensivas, y se comprometan a no volver a interpretarlas en ningún tipo de acto, ya sea público o privado.
También pide que se emita una disculpa pública en canales oficiales, redes sociales, medios de comunicación locales y sobre el escenario del Carnaval 2026, tanto en la fase como en la final. Finalmente, exige que asuman su responsabilidad como autores, intérpretes y difusores del contenido que considera difamatorio.
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