Queridos Reyes Magos,
Este año no escribimos pidiendo para nosotros, sino por algo que llevamos en el alma, en cada tambor, en cada acorde, en cada ritmo que vibra en las calles y en los corazones de nuestra gente: el Carnaval.
Ese tesoro que no tiene precio, pero que guarda nuestra historia, nuestra identidad y nuestra alegría.
Desde pequeños, cuando veíamos a los mayores ensayar bajo la luna y soñábamos con vestir esos trajes que parecen hechos de estrellas, entendimos que el Carnaval no es solo una fiesta. Es tradición, es cultura, es resistencia, es vida. Y hoy, como humildes carnavaleros, les pedimos que nunca nos falte su magia para mantener viva esta llama que enciende nuestro pueblo cada año.
Queremos que los grupos sigan luchando, como los valientes que nos precedieron, por mantener el legado de quienes hicieron grande nuestro Carnaval. Por esos carnavaleros de antaño que cosían lentejuelas con sacrificio y ensayaban hasta la madrugada con la única paga de ver nuestras calles llenas de alegría. Que no falte nunca su ejemplo, ni el orgullo de sabernos herederos de algo tan grande.
Pero sobre todo, queridos Reyes Magos, les pedimos por nuestra cantera. Por esos niños y niñas que ven el Carnaval con la misma ilusión con la que yo lo veía de pequeño. Que sigan soñando, que sigan creyendo, y que encuentren en nosotros el apoyo para convertir esos sueños en realidad.
Que vengan con fuerza, con ganas, con ideas nuevas y la misma pasión de siempre, para hacer del Carnaval de Canarias el mejor del mundo.
No queremos que el Carnaval sea solo un recuerdo. Queremos que sea futuro, que sea esperanza, que sea un puente que nos conecte generación tras generación. Que los disfraces sigan llenos de color, las murgas de crítica y risas, las comparsas de ritmo y energía, y los corazones de nuestra gente de orgullo y alegría.
Por eso, este año no pedimos juguetes ni riquezas. Solo les pedimos que nos regalen la fuerza para seguir siendo custodios de este legado. Que nos sigan inspirando a mantener viva esta magia, y que nos llenen de ilusión para que cada febrero sigamos siendo un pueblo que canta, que ríe, que baila y que nunca olvida lo que significa ser carnavalero.
Con todo nuestro corazón y nuestro alma de Carnaval.
De unos humildes carnavaleros que jamás dejarán de soñar…
MurgasCanarias.es
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