El Concurso de Murgas de Arrecife (Lanzarote) 2023 pasará a la historia como el certamen más desastroso de los celebrados a la largo de la historia, tanto a nivel logístico como de organización.
Todo se remonta a los inicios del montaje de escenario y gradas en un Recinto Ferial de Arrecife que no cumple con unas condiciones óptimas para la celebración de eventos de tal magnitud: no es más que un espacio abierto mal asfaltado con un escenario de hormigón que intentan maquillar cada año para que coja forma de Escenario Carnavalero.
Infraestructuras incompatibles con el Carnaval
El montaje de un escenario de alta calidad e infraestructura no convencía a los grupos de Carnaval, dado que su estrechez restaba espacio para poder realizar las actuaciones de grupos numerosos, la colocación de atrezzos o la correcta posición de la percusión que, en definitiva, estaba a escasos metros de los componentes de cada murga.
Otro factor crítico inicial fue la reducción de plazas para el público, al reducir el aforo en a casi la mitad de años anteriores con la instalación de una grada con aspecto bastante deteriorado y mucho más pequeña que la que habitualmente se instalaba en Carnavales pasados.
Murgas Infantiles entre charcos de agua y sin zonas cubiertas
Arrancó el Concurso de Murgas Infantiles el sábado 11 de febrero, sin espacios cubiertos suficientes en el backstage donde la cantera se pudiera cambiar, disfrazarse y organizar los atrezzos y sin la posibilidad de utilizar los baños existentes en la trasera del escenario. Todo ellos acompañado de grandes charcos de lluvia que no habían sido ni siquiera drenados para un correcto tránsito en la zona.
Todo esto fue muy criticado por las propias murgas infantiles que no daban crédito ante el trato recibido por parte del Ayuntamiento de Arrecife y la Organización del evento.
La odisea de las Murgas Adultas
En el Concurso de Murgas Adultas ocurrieron todo tipo de desavenencias que lo convirtieron en el certamen más lamentable de los celebrados a lo largo de la historia murguera y carnavalera de la capital lanzaroteña.
Las fases arrancaron el lunes 13 de febrero con aparente normalidad, y con una nueva carpa en el backstage tras las críticas recibidas aunque sin que se instalara ningún tipo de cubierta para los atrezzos de los grupos como se hacía con anterioridad.
La estrechez del escenario hizo replantear muchas puestas en escena de muchos de los grupos, obligando a adaptarse al nuevo espacio. Por poner una nota positiva, el escenario superaba con creces la decoración y las infraestructuras digitales de carnavales anteriores.
La primera fase del lunes se desarrolló con normalidad aunque con un claro factor de incomodidad para el público y las aficiones debido a las frías condiciones climatológicas de la noche en un espacio apartado de la ciudad y sin ningún tipo de cubierta o resguardo que atajase las bajas temperaturas y el desagradable aire frío.
Al día siguiente se celebró la segunda fase en las mismas condiciones, sin destacar ningún acontecimiento fuera de lo normal.
Llegó la tercera fase el miércoles 15 de febrero que marcó un antes y un después en el ambiente murguero y sus relaciones con la Organización.
Tras finalizar las actuaciones de la tercera fase y realizarse el anuncio del veredicto de premios y finalistas ocurrió el hecho que pudo convertir el Carnaval de 2023 en una desgracia: una parte de la grada se derrumbó afectando a tres componentes de la murga la Inadaptadas que en ese momento celebraban el pase a la final. Dos de ellas cayeron al vacío desde una altura de unos 4 o 5 metros y la tercera, una joven embarazada, quedó colgando y pudo ser agarrada por sus compañeras.
El resultado fue una serie de contusiones, fisuras y cuadros de ansiedad que afortunadamente no quedaron en nada grave pero que provocó el ingreso de una de las afectadas en el hospital José Molina Orosa de Arrecife.
Las redes sociales y los medios de comunicación estallaron al día siguiente dejando en evidencia a la organización y al propio Ayuntamiento de Arrecife, cuyos representantes apenas realizaron declaraciones alguna ante los graves hechos ocurridos.
Puntuaciones que incumplían las bases establecidas
Tras la publicación de la puntuaciones de fase del Concurso volvieron a saltar las alarmas entre los grupos del Carnaval. Las bases, que contaban con ciertas contradicciones respecto al número de finalistas (en un punto indicaban que eran 5 finalistas y en otro punto indicaba que serían 6), se aplicaron de forma incorrecta a la hora de realizar las sumas de los componentes del jurado, dado que en una primera suma no se restaron las puntuaciones máximas y las mínimas como se establecía en las bases, y se realizó una segunda suma al revisar las mismas que provocaba un empate técnico entre dos grupos: Inadaptadas y Enraladas (78 puntos).
El desempate según la organización se realizó con la suma de todas las puntuaciones teniendo en cuenta las máximas y las mínimas, hecho que incumplía las bases establecidas. Cabe destacar que la organización no quiso entregar las actas de puntuaciones hasta el día siguiente.
En base a eso, la Murga Las Enraladas solicitó información al respecto y preguntó cuáles eran las razones para que se les dejara fuera de la Final, cuya respuesta fue el incumplimiento de la bases anteriormente mencionado.
Tras varias negociaciones en las que se barajó una final a 7, que contaba con la aceptación de todas las murgas participantes, las continuas faltas de respeto hacia los grupos y la incompetencia de los técnicos y representantes políticos del Ayuntamiento de Arrecife provocaron que la Murga Las Enraladas decidiera impugnar un Concurso en el que no se estaban aplicando las bases de forma correcta.
La final del desastre
Tras la polémica por las gradas y una investigación por parte de las autoridades pertinentes, la infraestructura fue totalmente desmantelada para sustituirla por sillas, razón por la cuál el aforo y la visión del evento quedaron claramente mermados.
La final comenzó bajo la lluvia con el anuncio del jurado por parte de los presentadores, que nombraron tan solo a 5 miembros (los que habían en mesa sentados en ese momento) en lugar de los 7 miembros que se indican en las bases.
Las alarmas volvieron a saltar una vez más entre los grupos murgueros que realizaron varias llamadas rápidas entre unos y otros para tomar decisiones rápidas ante los continuos incumplimiento de la organización.
La Murga Los Desahuciados, que actuaban en primer lugar, no tuvieron tiempo de tomar una decisión por lo que realizaron su actuación con normalidad.
Tras varias conversaciones la Murga Los Simplones, la Murga Los Tabletúos y la murga Los Titi Roys tomaron una decisión inicial de no formar parte de aquel evento si aquellas eran las condiciones, no obstante, tras la incorporación con retraso de dos nuevos miembros del jurado, las tres murgas decidieron retomar su participación por respeto al público y a la afición que esperaba ver su actuación.
El colmo del desastre llegó durante la actuación de la Murga Los Titi Roys, donde se produjo una intensa lluvia que provocó la huída de todo el público a lugares donde refugiarse y por supuesto se paró por completo la final para retomarla más tarde con la actuación de la última murga, Los Simplones, con un recinto anegado de agua por completo y donde el tránsito de público se hizo una verdadera odisea.
Finalmente se realizó la entrega de premios donde la Murga Las Enraladas rechazó el Tercer Premio de Disfraz que se le había concedido por graves desacuerdos con la organización. Solicitaron la lectura de un comunicado en directo que no se les permitió leer, por lo que dejaron a la concejala de Festejos del Ayuntamiento de Arrecife, Encarna Páez, sobre el escenario con el premio en la mano.
Los grupos plantean próximas movilizaciones durante el Carnaval para exigir un mínimo de respeto y una celebración del Carnaval compatible con los que de verdad aman y siente esta fiesta: los murgueros y murgueras, y todas las personas que hacen el Carnaval.
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